Si la arena borra los recuerdos, que venga una tormenta de arena y se lo lleve todo.
Caigo en el hoyo de mi desgracia al pisar el cielo estrellado.
Me hundo en la oscuridad amarga de la sonrisa lejana que late en el infinito.
Instinto traicionero que confía en la ternura aterciopelada, vuela alto y sin descanso hasta alcanzar el Sol. Y llévate contigo esa trituradora voraz que acuchilla cada milímetro de mi alma.
Déjame respirar ese aire puro de la montaña, que me hace revivir con cada inhalación, que me transporta en un viaje exprés lleno de olor a vida.
Déjame surcar el cielo, envuelto en papel de nube, atravesar las estrellas con casco de firmamento.
Déjame hablarle al agua sin mostrarme ningún reflejo, conspirar con la Luna a plena luz del día, y contemplar el espacio desde cuatro paredes sin ventanas.
Quiero oír el rugido de un león desde lo profundo de su estómago, conquistar un castillo de arena y besar el viento enfurecido que arrasa casas y carreteras. Lanzarme desde lo más alto y atravesar la Tierra hasta su corazón, para recoger en mis manos el fuego que sostiene las calles.
Si hoy no regreso, no me esperes, perdí el tren de regreso y fue el único transporte que encontré.
miércoles, 16 de octubre de 2013
martes, 3 de septiembre de 2013
No basta...
Le dije que estuviera tranquila, que se relajara... pero yo seguramente estaba más alterado que ella.
Esas palabras me las tendría que haber repetido a mi mismo.
Todo ocurrió demasiado rápido, los acontecimientos se desarrollaron en un instante, no dio tiempo a asumir la situación.
Coraje me sobraba, pero el coraje no lo es todo. "El cementerio está lleno de valientes" solía decir un amigo. Y yo siempre repetía para mi: "de valientes y de cobardes, si vamos a morir, mejor morir con honor, que morir como un cobarde arrodillado ante el enemigo".
El cementerio de mi nueva patria estaba lleno de valientes y heroicos hombres y mujeres que habían arriesgado sus vidas al servicio de la patria.
La sangre se paga con sangre me enseñaron, pero cuando la sangre se convierte en un río, hay que pisar con cuidado, porque la corriente arrastras a cualquiera que se acerque al rojo líquido.
No basta el valor...
Esas palabras me las tendría que haber repetido a mi mismo.
Todo ocurrió demasiado rápido, los acontecimientos se desarrollaron en un instante, no dio tiempo a asumir la situación.
Coraje me sobraba, pero el coraje no lo es todo. "El cementerio está lleno de valientes" solía decir un amigo. Y yo siempre repetía para mi: "de valientes y de cobardes, si vamos a morir, mejor morir con honor, que morir como un cobarde arrodillado ante el enemigo".
El cementerio de mi nueva patria estaba lleno de valientes y heroicos hombres y mujeres que habían arriesgado sus vidas al servicio de la patria.
La sangre se paga con sangre me enseñaron, pero cuando la sangre se convierte en un río, hay que pisar con cuidado, porque la corriente arrastras a cualquiera que se acerque al rojo líquido.
No basta el valor...
martes, 20 de agosto de 2013
Pasos acelerados en la penumbra de las calles.
Un revólver en la mano derecha y
una mujer que no debía estar allá.
Sólo se alumbró la calle un instante,
cuando el revólver sonó,
y su belleza en la oscuridad
desaparecía en la fría noche.
Las luces siguieron prendidas,
ningún ruido más se oyó,
y el bandido escapó,
con un muerto más a sus espaldas.
Un revólver en la mano derecha y
una mujer que no debía estar allá.
Sólo se alumbró la calle un instante,
cuando el revólver sonó,
y su belleza en la oscuridad
desaparecía en la fría noche.
Las luces siguieron prendidas,
ningún ruido más se oyó,
y el bandido escapó,
con un muerto más a sus espaldas.
sábado, 17 de agosto de 2013
Quisiera soltar las lágrimas que entonces mi orgullo no me dejó derramar,
pero cristalizaron y quedaron por siempre como una parte más de mi cuerpo.
Asumí como un deber el olvidar y rehacer, y en esa tarea es en la que continúo.
Pero el alma nunca olvida, y la calma es sólo fachada, cualquier día puede estallar cual bomba de relojería que no puede continuar una cuenta atrás agotada.
Los dientes logran contener la inminente explosión con su agresividad escondida tras la piel que les protege, mas la contención no puede ser eterna, y quién sabe cuánto tiempo más aguantarán.
La luna ya no calma mis sordos gemidos, por eso le rezo al Sol para rogarle clemencia ante una mirada demacrada por horas, días y semanas de lucha contra las sombras que me persiguen a plena luz del día.
pero cristalizaron y quedaron por siempre como una parte más de mi cuerpo.
Asumí como un deber el olvidar y rehacer, y en esa tarea es en la que continúo.
Pero el alma nunca olvida, y la calma es sólo fachada, cualquier día puede estallar cual bomba de relojería que no puede continuar una cuenta atrás agotada.
Los dientes logran contener la inminente explosión con su agresividad escondida tras la piel que les protege, mas la contención no puede ser eterna, y quién sabe cuánto tiempo más aguantarán.
La luna ya no calma mis sordos gemidos, por eso le rezo al Sol para rogarle clemencia ante una mirada demacrada por horas, días y semanas de lucha contra las sombras que me persiguen a plena luz del día.
martes, 25 de junio de 2013
Arena en el desierto
La flecha apuntando en mi garganta
sugirió un cambio de rumbo repentino
Agua helada de la nevada
brotaba silencioso por la ladera
Mientras una espiral de fuego
recorría mi cuerpo
en busca de un enigma
indescifrable que supera
toda lógica humana
Inscribir en la historia
el enigma descifrado
esa es la tarea nuestra
sugirió un cambio de rumbo repentino
Agua helada de la nevada
brotaba silencioso por la ladera
Mientras una espiral de fuego
recorría mi cuerpo
en busca de un enigma
indescifrable que supera
toda lógica humana
Inscribir en la historia
el enigma descifrado
esa es la tarea nuestra
lunes, 6 de mayo de 2013
Huellas
Con cada paso que doy, voy dejando una huella impregnada en cada baldosa, en cada centímetro de tierra que me rodea.
Consciente o inconscientemente mi sello queda marcado allá donde voy.
Somos lo que pensamos, y allá donde haya pensamiento habrá vida, por eso grito Pura Vida y soy feliz con mi humilde pensamiento.
domingo, 5 de mayo de 2013
La brisa comienza a soplar
la tempestad se vuelve a acercar
y un grupo de gente sale a cantar
como queriendo atraerla
El Sol hace tiempo se oscureció
porque la muerte floreció
desde que aquel luchador murió
Cuentan las nubes que el día se acerca
y como trueno incandescente
llaman a estar en alerta
y a preparar a la gente
Del cantor encerrado
todavía se escucha la voz
y aunque todo su cuerpo fuera atado
no podrían callar al martillo y la hoz
Ya suena el shofar que hace el llamado
a luchar por la libertad que el pueblo siempre ha amado
Y los claveles miran con alegría desde el prado
como todo lo anhelado se verá pronto realizado
la tempestad se vuelve a acercar
y un grupo de gente sale a cantar
como queriendo atraerla
El Sol hace tiempo se oscureció
porque la muerte floreció
desde que aquel luchador murió
Cuentan las nubes que el día se acerca
y como trueno incandescente
llaman a estar en alerta
y a preparar a la gente
Del cantor encerrado
todavía se escucha la voz
y aunque todo su cuerpo fuera atado
no podrían callar al martillo y la hoz
Ya suena el shofar que hace el llamado
a luchar por la libertad que el pueblo siempre ha amado
Y los claveles miran con alegría desde el prado
como todo lo anhelado se verá pronto realizado
domingo, 21 de abril de 2013
Sigo vivo
...Continuamos nuestra travesía por la vasta selva Amazónica en busca de refugio, a pesar de caminar con 3 balas perforadas en el interior de mi brazo, al que anteriormente aplicamos como vendaje compresivo tela cortada con un cuchillo, de mi propio traje de camuflaje.
A pesar de mi sufrido brazo, marchábamos a una velocidad considerable, partiendo de la base de tener que vigilar cada centímetro que pisábamos por los múltiples peligros que acechaban en la selva...
De pronto sonaron 2 disparos que precipitaron los cuerpos de mis 2 compañeros contra el suelo, sin poder reaccionar ninguno de los 3 a tiempo. Mi primera reacción fue saltar detrás de los primeros arbustos que ví. Pero al hacerlo deje caer mi arma por el dolor insoportable que me producían mis heridas en el brazo izquierdo. Allí quedé inmóvil, la sangre se me heló, un frío intenso comenzó a sacudir todo mi cuerpo como si instantáneamente me hubiera teletransportado hacia la fría Antártida. Desarmado, herido y sin fuerzas, tan sólo esperaba que algún enemigo viniera a rematarme. Pero no fue así. No sé cuántas horas estuve quieto, inmóvil entre esos arbustos, pero mi sangre permaneció helada, y en mi cabeza tan sólo retumbaban todavía los zumbidos de aquellos disparos. Terminé por desmayarme, y desperté en una especie de cabaña construida por una tribu autóctona de la zona, que muy amablemente curó mis heridas con algún ungüento maloliente, que me hizo despertar precipitadamente.
Perdido en una región inlocalizable para mis pésimos conocimientos de la Selva Amazónica, escribo estas líneas sin conocer en absoluto mi incierto futuro...
A pesar de mi sufrido brazo, marchábamos a una velocidad considerable, partiendo de la base de tener que vigilar cada centímetro que pisábamos por los múltiples peligros que acechaban en la selva...
De pronto sonaron 2 disparos que precipitaron los cuerpos de mis 2 compañeros contra el suelo, sin poder reaccionar ninguno de los 3 a tiempo. Mi primera reacción fue saltar detrás de los primeros arbustos que ví. Pero al hacerlo deje caer mi arma por el dolor insoportable que me producían mis heridas en el brazo izquierdo. Allí quedé inmóvil, la sangre se me heló, un frío intenso comenzó a sacudir todo mi cuerpo como si instantáneamente me hubiera teletransportado hacia la fría Antártida. Desarmado, herido y sin fuerzas, tan sólo esperaba que algún enemigo viniera a rematarme. Pero no fue así. No sé cuántas horas estuve quieto, inmóvil entre esos arbustos, pero mi sangre permaneció helada, y en mi cabeza tan sólo retumbaban todavía los zumbidos de aquellos disparos. Terminé por desmayarme, y desperté en una especie de cabaña construida por una tribu autóctona de la zona, que muy amablemente curó mis heridas con algún ungüento maloliente, que me hizo despertar precipitadamente.
Perdido en una región inlocalizable para mis pésimos conocimientos de la Selva Amazónica, escribo estas líneas sin conocer en absoluto mi incierto futuro...
viernes, 19 de abril de 2013
Rendir cuentas al diablo
Como atravesar el interior de un volcán en erupción, es heroica la batalla que se libra en mi cabeza.
Rendir cuentas al diablo, o permanecer insensible ante el paso de los años que no perdonan.
El pasado persigue al más noble guerrero y allá donde te escondas te encontrará, para recordarte el sufrimiento de las batallas libradas donde gente perdió la vida, donde aun aullan las almas de los caídos en combate.
Es eterna la proeza del guerrero, pues una vez terminada la guerra, no termina el descanso, jamás llega. Una por una las imágenes de esa guerra chocan con el mundo real produciendo shocks cerebrales de milésimas de segundo, pero que duran por siempre, pues lo que se vivió allá no se borrará nunca en los ojos de la gente que aun tiene corazón.
Pobre del guerrero que olvida, pues ese ya perdió su corazón y sólo la más cruel locura atormentará sus pensamientos día y noche hasta que su triste vida encuentre un final macabro.
Fuerza y coraje son siempre los elementos necesarios para continuar. Pero ni Dios ni ninguna Iglesia dan esas cualidades tan escasas en la naturaleza humana.
Rendir cuentas al diablo, o permanecer insensible ante el paso de los años que no perdonan.
El pasado persigue al más noble guerrero y allá donde te escondas te encontrará, para recordarte el sufrimiento de las batallas libradas donde gente perdió la vida, donde aun aullan las almas de los caídos en combate.
Es eterna la proeza del guerrero, pues una vez terminada la guerra, no termina el descanso, jamás llega. Una por una las imágenes de esa guerra chocan con el mundo real produciendo shocks cerebrales de milésimas de segundo, pero que duran por siempre, pues lo que se vivió allá no se borrará nunca en los ojos de la gente que aun tiene corazón.
Pobre del guerrero que olvida, pues ese ya perdió su corazón y sólo la más cruel locura atormentará sus pensamientos día y noche hasta que su triste vida encuentre un final macabro.
Fuerza y coraje son siempre los elementos necesarios para continuar. Pero ni Dios ni ninguna Iglesia dan esas cualidades tan escasas en la naturaleza humana.
lunes, 8 de abril de 2013
El Olvido
Perdóname, me olvidé de pedirte permiso para pasar. No recordaba el protocolo necesario.
Perdóname si hoy abrí esa puerta escondida en ese hueco de mi memoria.
Realmente no quise hacerlo, no fue voluntario, me da miedo abrir aquella puerta, porque a veces también siento miedo.
Pero por muchos candados que tenga una puerta, se puede abrir...
Pero tal y como se abre, también se cierra.
sábado, 23 de marzo de 2013
Subí a lo alto de la colina,. Durante el ascenso, el viento sacudía mis mejillas como queriendo advertirme que detuviera mi paso. Pero no le hice caso al viento, ¿porqué detenerme si no es lo que quiero? ¿Porqué detenerme después de haber caminado tanto? Sería en vano todo lo recorrido hasta ahora, y perdería toda la razón de que esté aquí, pensé.
Por eso subí hasta la cima. Allí me senté y estuve meditando largo y tendido. ¿Qué hacer? ¿Qué hacer? Conversaciones, sentiemientos, deseos, sueños, utopías incandescentes, peligros, advertencias, canciones, sonrisas, gritos, disparos... todo daba vueltas en mi cabeza. Casi sentía que mi cuerpo se elevaba, debido a la gran velocidad con la que chocaban una y otra vez todos esos pensamientos en mi interior.
Cualquier paso atrás era sinónimo de rendirse, de tirar la toalla, abandonar la pelea, sucumbir ante la presión, desertar, traicionar a la patria, deshonrar a la familia, hundir mi orgullo, escupirlo y pisarlo sin compasión alguna... y eso no era una opción válida para mí. NO. RETROCEDER NUNCA, RENDIRSE JAMÁS, eso quedó grabado en aquel combate con derrota semi amarga....
Por eso subí hasta la cima. Allí me senté y estuve meditando largo y tendido. ¿Qué hacer? ¿Qué hacer? Conversaciones, sentiemientos, deseos, sueños, utopías incandescentes, peligros, advertencias, canciones, sonrisas, gritos, disparos... todo daba vueltas en mi cabeza. Casi sentía que mi cuerpo se elevaba, debido a la gran velocidad con la que chocaban una y otra vez todos esos pensamientos en mi interior.
Cualquier paso atrás era sinónimo de rendirse, de tirar la toalla, abandonar la pelea, sucumbir ante la presión, desertar, traicionar a la patria, deshonrar a la familia, hundir mi orgullo, escupirlo y pisarlo sin compasión alguna... y eso no era una opción válida para mí. NO. RETROCEDER NUNCA, RENDIRSE JAMÁS, eso quedó grabado en aquel combate con derrota semi amarga....
martes, 19 de marzo de 2013
Castillos de papel
Las ilusiones son como castillos de papel, con una brisa suave se derrumban. Y no existe lugar donde no sople el viento, que con arte de ninja logra entrar en cualquier morada ajena.
No es cuestión de ponerse delante del castillo de papel para protegerlo del viento. Eso sería como aferrarse al aire mientras se cae al vacío, inútil. De ilusiones nadie vive. Las ilusiones pueden ser bonitas, pero no son reales.
Y soñar no cuesta nada, pero los sueños tan sólo son eso, simples sueños, lejanos a la realidad y a veces, tan tentadores, que nos envuelven con su canto de sirena, hasta trasladarnos a un mundo donde la imaginación vence a esa realidad.
lunes, 18 de marzo de 2013
Persistencia...
La persistencia es un don obligatorio en un guerrero. Un guerrero nunca descansa, siempre está preparado ante cualquier situación imprevista, sabe reaccionar contra las dificultades que se le presentan.
Cada dificultad es un combate nuevo, una nueva estrategia que hay que planificar rápidamente y desarrollar, con la idea siempre presente de que esa estrategia puede llevar a nuevas dificultades.
Pero es virtud guerrera disfrutar desentramando los retos, ya que lo hace más fuerte y más capaz para nuevas pruebas. Como todo, se trata de experiencia, nadie nace enseñado, y no existe una guía práctica sobre cómo superar los problemas.
Cada dificultad es un combate nuevo, una nueva estrategia que hay que planificar rápidamente y desarrollar, con la idea siempre presente de que esa estrategia puede llevar a nuevas dificultades.
Pero es virtud guerrera disfrutar desentramando los retos, ya que lo hace más fuerte y más capaz para nuevas pruebas. Como todo, se trata de experiencia, nadie nace enseñado, y no existe una guía práctica sobre cómo superar los problemas.
lunes, 18 de febrero de 2013
Todo cambia...
Las personas cambian, crecen, a veces incluso maduran... otras no. Puede envejecer la capa visible de su ser, pero continuar habiendo un niño en su interior, incapaz de enfrentarse a la realidad, incapaz de enfrentarse a la cruda realidad diaria, incapaz de gritar un "¡Basta!", incapaz de buscar soluciones a sus problemas... tan sólo viviendo el día a día... mientras las horas van pasando y el reloj se escucha en un constante "tic tac" que pregona la muerte de un día más. Un día más que va a pasar, que has podido perder o utilizar, pero que ya no volverá. Porque el regreso al pasado no existe, ni posiblemente exista nunca...
"Tic-tac, tic tac" ese sonido que te alerta de que te van cogiendo ventaja los minutos en tu constante carrera contrarreloj en la vida...
domingo, 17 de febrero de 2013
He perdido mi combate sin haber entrado en el campo de batalla, me han desarmado sin haber visto enemigo alguno, sin dar ni recibir un sólo golpe. Pero herido de muerte, me hayo derrotado, faltándome aire para respirar, como si enormes cadenas alrededor de todo mi cuerpo me estrangularan los huesos,
impidiéndomelo. Yo, que me creí invencible tras haber vencido infinidad de obstáculos, tras haber traspasado cristales, escalado las montañas más escarpadas, y tras haber luchado con la muerte... derrotado, pero vivo.
Sigo en pie, porque son las terminaciones nerviosas del cerebro, las que aun mandan señales eléctricas a mi cuerpo. Eso me mantiene con vida, el haber alimentado durante años con libros a mi cabeza. Porque ningún arma traspasa las letras grabadas a sangre en la mente. Toda idea perdura, aunque el corazón del guerrero ya no lata. Una vez se congeló el corazón, pero el hielo se deshace con calor. Ahora ya no lo noto, pero sé que está ahí en alguna parte, herido también de muerte, sin haber sido rozado.
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