Perdóname, me olvidé de pedirte permiso para pasar. No recordaba el protocolo necesario.
Perdóname si hoy abrí esa puerta escondida en ese hueco de mi memoria.
Realmente no quise hacerlo, no fue voluntario, me da miedo abrir aquella puerta, porque a veces también siento miedo.
Pero por muchos candados que tenga una puerta, se puede abrir...
Pero tal y como se abre, también se cierra.
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