viernes, 11 de septiembre de 2015
Desgarran nuestras almas con un torbellino de cuchillas
El dolor no cabe en una lágrima...
Es la misma tierra la que clama justicia, la que sintió vertida su sangre
por un ser humano indefenso y exento de culpa
Las palabras se las lleva el viento
pero los cuerpos siguen ahí,
gritando ensordecidamente: ¡que no se borre mi memoria!
Sólo de torpes asesinos dementes es de recibo tan cruel manera de actuar
los cuerpos abstraídos de toda humanidad que ninguna piedad me revelan
Escasa es la imaginación para determinar una pena equitativa a su proceder
Pero sabed que con cada gota derramada, el río que habeis creado se convertirá en torrente.
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