El Sol despertó oculto por la vergüenza,
tras nubes tristes que vertían tímidas lágrimas
y atravesaban la espesa niebla de la montaña
Los pájaros que antes cantaban
son ahora refugiados esperando la calma
que traiga de nuevo al astro solar contento
Amanece, que no es poco
Aquí o en cualquier gran ciudad
con motores que desafían al clima
con millones de personas que caminan hacia su jornada laboral
Inmersos en sus pensamientos
atormentados por el final de su breve descanso semanal
Otra jornada comienza, así el Sol tenga miedo
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